Este proyecto se propone como continuación del trabajo realizado en el período 2014-2015 bajo el título “La música contemporánea argentina desde final del SXX hasta la actualidad: un acercamiento a la producción contemporánea desde la técnica musical”. Partimos de la hipótesis de que la música contemporánea en todo el mundo se caracteriza por una gran diversidad y pluralidad, con la apertura a nuevos recursos, lógicas operacionales y hasta instrumentos (cf. Morgan 1999, Dibelius 2004, Monjeau 2004, Guarellos 1992).
Argentina no estuvo exenta de esta tendencia hacia la diversificación, aunque siempre con particularidades. Omar Corrado en “El pudor y otros recatos. Apuntes sobre música contemporánea argentina” (1998:27), propone una cartografía del estado de la música argentina a partir de los años ’60 y hasta el momento de la publicación del artículo. La pregunta que orienta este artículo es por las posibles constantes que individualizan a la música de los argentinos, mientras que no se pierde de vista esta producción plural. Así, Corrado indica que las corrientes musicales principales que se desarrollan en nuestro país tienen que ver, en primer lugar, con una “restricción, de contención ante extremos vislumbrados, evaluados, evitados, reformulados.” (1998:28), alejándose del “control racional, numérico […] cuyas consecuencias últimas exploraron los serialistas europeos de la década del ‘50” (ibíd.) y que se opone a la “opción por un tipo de instrumentalidad exacerbada por el uso de recursos y dispositivos no usuales de ejecución” (ibíd.). Se prioriza a música como la de Feldman por sobre la de Lachenmann, se observa una marcada influencia norteamericana en desmedro de las tendencias europeas (especialmente alemanas) de la época.
“Una imagen de la música contemporánea argentina del Siglo XXI: vínculos y discontinuidades en la técnica y la poética compositiva”